Perder para ganar - cuento motivacional | Soy Feliz y Que! una invitación a ser más feliz 【#sfyq】

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"Perder para ganar"

Tengo todo para lograrlo y esta es mi oportunidad de conseguir ese puesto que me permitirá cambiar el auto, obtener esa casa en la playa e irnos de vacaciones a Europa como aniversario de nuestro matrimonio.

Y cómo no hacerlo si ya lo damos por hecho, medio en broma y medio en serio, compartiendo ese rumor en las comidas con amigos respecto a la apertura de la nueva filial y todo lo que nos vendría como familia. Incluyendo, al mismo Óscar con su segunda mujer.

Hoy al participar de una junta uno de los accionistas principales, me confirmó la compra, la cual ya tiene fecha para concretarse y antes de ser oficial, ese puesto ya tiene dueño. Soy yo.

Solicitaré sigilosamente una reunión con el directorio para presentar mis indicadores y evitar el interés de otros, como Óscar. Él me dice no estar interesado, aunque entre líneas leo todo lo contrario, lo conozco.

Aún recuerdo cuando llegamos juntos hace más de 20 años. Ambos pasantes sin experiencia aunque con ambición.

Partimos juntos con inmaduro conocimiento y desbordante entusiasmo en la jungla de los cargos junior, asignados a la peor oficina.

Sin vista, con hedor moribundo, agotando con nuestro estrés el poco oxígeno del recinto y esas luces fluorescentes amarillas titilantes, arruinaban cualquier parecido a las pujantes instalaciones que se veían desde afuera de esta compañía.

Y para peor, en ese campo de entrenamiento, una agobiante Jefatura motivaban nuestra ambición por dejar atrás ese punto de partida, lo más pronto posible.

Ambos logramos al tiempo emerger de allí para comenzar una cruzada por llegar a la cima y ambos sabíamos que al iniciar no podríamos quedarnos a mitad de camino, en cargos intermedios, porque minimizaban nuestras probabilidades para estar mejor.

Así fue, a medida que más avanzábamos en esa ascendente pirámide sin retorno, su pendiente nos exigía cada vez más.

Sí, vimos a caer a muchos. Los que resbalaron por no tener la ambición suficiente de seguir o porque al pasar los años, sumaban familia a sus espaldas aumentando responsabilidades y cansancio, optando por abandonar definitivamente u hacer un eterno alto en el nivel alcanzado.

Cada logro implicaba esfuerzos adicionales hacía el camino de la cúspide, aunque mi mentalidad, al ser el menor de 9 hermanos, fue útil desde mi sorpresiva llegada a mi familia para lograr la atención de mis agobiados padres.

Quizás ese fue el motivo de mi cercanía con Óscar, ya que nuestra ambición por acceder a aquellos lujos tan esquivos de juventud nos hacían y hacen apostar siempre en grande.

Y nuestra competencia hasta hoy, aún no cesan.

Si hoy tenía la sala de juntas reservada pero no le importó. Porque fue donde mi secretaria con su cara y labia para argumentarle que su reunión debía hacerse en ese lugar, con carácter de vida o muerte para la Compañía. Y logró convencerla de cancelar mi hora. Ahora no la culpo, porque entre las Gerencias que ambos dirigimos, todo puede ser.

O ayer, cuando me convenció a acompañarlo a su estacionamiento para ver su auto nuevo y el cual justo coincidía con el modelo, marca y color que me iba a comprar.

En esta oportunidad no admite un nosotros y no hay destino forjado más que el que se forja por si mismo. Y sino soy yo, será él.

No puedo permitírmelo, mis años pesan y no me interesa ceder a otro lo que merezco.

Sé que juego con fuego pero en la hora de balances, él también ya lo hizo una vez y en ese entonces el único perjudicado fui yo, cuando logró levantarme a Susana quién con el tiempo se convirtió en su primera mujer.

Y aún cuando no tuviera antecedentes previos ¿existe amistad sin quiebre? . Si es verdadera, después del enojo, comprenderá. Porque él haría lo mismo y muchas veces, se cumple el perder para ganar.

Así es, hoy soy el Gerente de la nueva filial y misteriosamente, Oscar coincidencia o no, tomó licencia hace más de 2 días.

Cecilia, mi mujer, no ha dejado de celebrar la noticia de mi ascenso. Puedo escucharla pavoneándose con sus amigas más de lo que yo he logrado hacer en estos días para coordinar lo que se me viene.

Mientras termino de arreglar mis maletas para tomarnos unos días de descanso, suena mi celular. Mier.... es Oscar!.

¿Por qué no me lo dijiste cabrón?.

Viejito, ¿cómo estás? ¿ Dónde has estado?

Ni te imaginas he tenido unos días de perros después del accidente...

¿Cuál accidente?

¿Recuerdas el descapotable que me compré ? Me llamaron de la oficina mientras manejaba para comentarme la noticia de tu ascenso y de la impresión, el teléfono resbaló de mis manos y cuando lo fui a recoger compadre, desperté 3 días después para una pu... ca... en la clínica. Y hoy, por primera me han permitido usar mi nuevo teléfono para llamarte hijo de la gran put....

¡Viejito, con razón!, Ni idea de tu accidente y te lo iba a decir pero desapareciste.

Bueno perro ya sabes el por qué y te felicito! Porque pese a que casi muero, yo en tu lugar hubiese hecho lo mismo. Así es que compa, no se diga más, felicitaciones. Pronto celebraremos en persona.